Édgar Durán, un actor de vocación, hecho a pulso
Laura Tatiana Rocha Barrera, Comunicación Social y Periodismo
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El actor, con 18 años de experiencia en teatro y televisión, sueña con viajar por el país para difundir su pasión por la cultura.
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Para el actor Édgar Durán Gómez ser sobresaliente y resaltar desde pequeño ha sido su prioridad. Es un señor multifacético, pasó de ser técnico en mantenimiento industrial de tiempo completo, a ser un ejemplo de superación personal al sacar adelante su carrera en artes escénicas y, asimismo, con sus participaciones en producciones de televisión como “Comando Élite”, “El Bloque de Búsqueda”; películas colombianas como “Angustia”, “Desde la oscuridad”, “Destinos”, y en varias obras en diferentes teatros de Bogotá.
En una amena conversación con el actor Durán decía que la actuación “es una pasión, es vida, es cultura, es algo que me llena. ¡Es mi todo!”.
Una de las cosas que más llama la atención de este actor es que inició su carrera artística a los 45 años, lo que muchos considerarían una edad avanzada; sin embargo, para él no hay barreras de edad, ni de tiempo para hacer lo que más le gusta.
Lleva 18 años en la actuación y a lo largo de sus estudios artísticos ha aprendido a ser una persona más humilde. “Salí de estudiar del Estudio Rubén Di Pietro en el año 2000 cuando tenía 45 años y desde allí aprendí que hay que ser gente, hay que reconstruir esa parte humana que ya casi nadie tiene”.
Durán se describe como una persona única, pero esto no lo dice con son de elevar su ego, ni mucho menos. Por el contrario, además de considerarse inigualable a las otras personas dice tener vocación de servicio y considera que “los demás seres humanos también son únicos e irrepetibles”.
Este actor siempre contesta con una sonrisa en su cara, y más cuando recuerda su infancia. Aunque él empezara tarde su carrera de actuación, considera que desde pequeño entendía que eso era lo que le gustaba y sabía desde su interior que “reencarnar diversidad de personajes” era lo que él quería para su futuro.
“Desde pequeño siempre me había gustado expresar muchas cosas, expresar y representar a muchos personajes, por ejemplo, al señor del pueblo. A Clavellazo, un señor que manejaba una carreta, y me gustaba imitarlo”.
Siempre le gustó estar en tarima y en la cima, y su motivación a cambiar parcialmente de carrera fue el gusto y sentimiento que tenía por la actuación. Él dice que no cambió totalmente lo que estaba estudiando debido a que actualmente tiene un taller donde arregla vehículos. No obstante, él prefiere desempeñarse en la actuación.
Para Durán la actuación ya no se volvía un trabajo, sino un pasatiempo, como leer o tocar la guitarra, y ahora, aún más, teniendo en cuenta que sus dos hijos decidieron ir por su mismo camino. “Los dos muchachos son profesionales en artes escénicas, ahí fregamos la vida. Uno se llama Edgar Galindo y hace poco se presentó en la casa E, presentando la obra “El Crucigramista”. El otro hace 8 meses se graduó”.
“La actuación se trata de divertirse, de estar uno alegre siempre”, es una de sus frases más comunes junto con la gran enseñanza de que su mayor y único premio cada vez que actúa son los aplausos de la gente. Dice que “el reconocimiento de ellos para uno es una satisfacción muy grande”.
Ha participado en obras, películas y demás artes escénicas de diversos géneros, como comedia, drama, entre otras. Él expresa con la frente en alto que hace normalmente “personajes pequeños, pero muy agradecidos, porque de todas maneras uno está en el medio y en lo que a uno le gusta, ser actor”.
Se tornó jocosa la conversación al preguntar cuál fue o ha sido el personaje que más le ha gustado representar al actor a lo largo de la carrera y si le gustaría ser en la vida real como uno de estos personajes a los que ha representado.
Mostrando su identidad, expresó que en una serie llamada “El Charrito Negro” le gustó representar a Henry “porque él es muy tomador del pelo, muy alegre y concuerda con lo que soy yo. Me fascina.”
En la actualidad muchos espectadores piensan que los actores siempre tienen que aparecer en televisión o en novelas muy reconocidas. Con tono teatral, Edgar Durán dice: “Siempre la gente pregunta “¡Ay! ¿usted es actor? ¿En dónde lo he visto?, pero yo no lo he visto…”
Está inconforme con esa percepción de algún sector de la audiencia: “Mucha gente cree que ser actor es salir en televisión y qué gran error; solamente la televisión no es el único medio, está el cine, está el teatro".
Aunque es una persona alegre y positiva, conserva un perfil crítico y serio en ciertas ocasiones. Esto se percibe ante todo con su pensamiento sobre el pago hacia los actores y los diferentes estigmas que la sociedad tiene sobre los mismos. Lo anterior se enfoca mayormente en el hecho de que muchas veces se cree que las obras y demás deberían ser gratuitas. “Hay que pagar, porque nosotros los actores vivimos de esto, es un trabajo y tiene que ser remunerado, y cuando uno hace teatro, que en realidad no es bien pago, lo hace por pasión y porque le gusta, entonces hay que pagarlo”. Por otro lado, incluye que “si hubiera apoyo del gobierno ahí sí debería haber entradas gratis, porque ya ahí el Estado le paga a uno las boletas”.
Dejar enseñanzas es una de las cosas que lo caracterizan. Dando entrada a ciertos problemas de la sociedad actual, él considera que desde la actuación se puede ayudar a resolver los mismos, como, por ejemplo, el maltrato a la mujer. “Yo le hice un videoclip a Joki Barrios, en el cual él interpreta la canción ‘Ya no puedo seguir así’ y es sobre el no al maltrato a la mujer”.
“Hay que dejar mensajes claros para que la gente tome lo que se transmite o actúa”, comenta el intérprete. Considera que esto es fundamental para un artista de su categoría y piensa que a los que quieren estudiar artes escénicas inmediatamente se deben ver atraídos a “observar, perder el miedo a hacer el ridículo, pero más que todo dedicarse a observar, atraerse por lo que ven para lograr recrearlo”.
Sus lecciones de vida las transmite a sus dos adorados hijos, y no solo eso, también sus proyectos a futuro, ya que los tres tienen, si no la misma, una vocación similar para la actuación.
El actor Durán Gómez es una revolución para las artes escénicas ya que quiere montar un grupo teatral con sus hijos, “montar una obra de teatro y llevarla a diferentes partes del país, difundiendo el teatro y la cultura”.