Adiós, Big Boss
Juan Camilo Colorado López, estudiante de Comunicación Social y Periodismo
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“La última vuelta” marcará el retiro de Daddy Yankee después de 32 años de una carrera colmada de éxitos, fama y mucho ‘perreo’.
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Billboard
Pensar en el reggaetón es pensar en Daddy Yankee; es como si se mencionara a Jordan para hablar del basquetbol o a Van Gogh y el arte. Es así de sencillo. Por eso, para los millones de fanáticos que tiene el género (me incluyo) y los seguidores de este cantante es difícil asimilar que haya decidido cerrar su ciclo en la escena musical. De San Juan, Puerto Rico, salió el artista que puso a bailar a todo un continente con su música y que, dentro de poco, se bajará de las tarimas para siempre.
La noticia de su retiro la dio a conocer por medio de sus redes sociales el 20 de marzo desde su cuenta de Instagram. Fue un video no muy largo en el que agradeció especialmente a sus fans, a las personas que creyeron en él desde el primer día y las que convirtieron al reggaetón en un género mundial.
La trayectoria de Daddy Yankee está lejos de ser una carrera al sprint. Todo lo contrario. Ha sido toda una maratón que inició hace más de 30 años y hasta la fecha sigue cosechando los frutos del esfuerzo, del apego con sus raíces puertorriqueñas y de la persistencia.
Pero lo que hizo el Cangry -como era conocido dentro de la industria- con su música va más allá de haberse convertido en el principal referente del género. Es que el mismo reggaetón no sería tan popular y sonado como lo es hoy si Yankee no hubiera hecho retumbar los parlantes con sus líricas de calle, de sensualidad y de alegría. Sus canciones pocas veces retrataron lo que se la ha criticado históricamente al reggaetón: la obscenidad, la cosificación de la mujer y la alusión a las drogas y al alcohol; ahí estuvo su éxito. Hoy en día, la música urbana es escuchada con otros oídos, sin tantos prejuicios y con nuevos artistas que le están apostando a otros temas y nuevos estilos sin dejar a un lado las raíces del género.
Puerto Rico también ganó con el estrellato del cantante. No solo por haber puesto a la isla en el mapa, sino porque los jóvenes de ahora dejaron de ver a las drogas como un proyecto de vida y se centraron la música como una alternativa de mejora; muy contrario al contexto en el que Yankee tuvo que vivir. “Siempre trabajé para inspirar a los chamaquitos a que sean líderes, que sueñen con crecer y no crean en limitaciones”, afirmó Daddy en el video de despedida. “En el barrio, donde nosotros crecimos, la mayoría queríamos ser narcotraficantes. Hoy por hoy, yo bajo a los barrios y las mayorías quieren ser cantantes”, concluyó.
Y los nuevos talentos ya están sonando: Lunay, Rauw Alejandro, Myke Towers y el que parece que será uno de los más grandes en la historia del género, Bad Bunny.
Si los amantes de la vieja guardia del reggaetón -los ‘old school’- desempolvaran los CD’s con los temas de Daddy Yankee, se darían cuenta de que al “Big Boss” nunca le faltó constancia para sacar hits regularmente (y, obviamente, tendrían material para una gran fiesta también). Gasolina, Salud y vida, Lo que pasó pasó, Ella me levantó, Llamado de emergencia, Shaky Shaky, Con calma y Dura son algunas de las canciones que bailaron miles de latinoamericanos y que permanecerán en la mente por muchos años más.
Para despedirse del público que lo vio nacer y crecer como artista, Yankee hará “La Última Vuelta”; un tour por América Latina y Estados Unidos en el que cantará sus éxitos más sonados y también los de su más reciente trabajo discográfico, Legendaddy. A Colombia vendrá en octubre y, sin duda, será un espectáculo de perreo y alegría por haber visto a uno de los más grandes.
El “Máximo Líder” se despide de la música. Pasarán muchos años para que el mundo vuelva a ver a un artista tan excepcional como él, entregado a su trabajo y dispuesto a hacer bailar a todo el mundo. Su música y las letras de sus canciones seguirán siendo bailadas y disfrutadas por todos los amantes del reggaetón alrededor del mundo.