Bogotá sin aire
Laura Valentina Díaz Gutierrez, Comunicación Social y Periodismo
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La contaminación ambiental es un problema que crece y, al parecer, no existen soluciones suficientes para erradicarlo.
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Según un reporte de Planeación Nacional, en el año 2015 en Colombia, 8.052 personas murieron a causa de la contaminación ambiental, y cada año se registran 16 millones de incapacidades por la misma razón. Bogotá es la segunda ciudad del país con mayor polución en el aire después de Medellín.
En los últimos tres años en la capital del país, la mala calidad del aire ha aumentado en un 68% ya que, entre otros factores, se emiten 16 toneladas de CO2 al año. Si bien no existen soluciones suficientes para acabar con esto, el Gobierno, a pesar de las alarmantes cifras, no ha tomado las medidas necesarias para tratar con el problema y llegar a subsanarlo. ¿Será que el Ministerio de Medio Ambiente necesita más muertes para implementar medidas?
El más posible y cercano escenario es que hay corrupción. El presupuesto ambiental previsto disminuyó en un 60% a comparación del año anterior. Según Luis Gilberto Murillo, ministro de Ambiente, el presupuesto general de la Nación no es el único brazo financiero para la solución de problemáticas ambientales. Cabría preguntarse si el Ministro sabe que, en efecto, al reducir el presupuesto se reducen los recursos que los centros de investigación por el desarrollo sostenible ambiental tienen para financiar sus investigaciones. Es imposible pensar que hay transparencia en las decisiones del Gobierno leyendo este tipo de acciones sin fundamento alguno.
Por otra parte, hay cada día más carros. El pico y placa no brinda soluciones al medio ambiente e, incluso, campañas como “Día sin carro y sin moto”, que se implementan para concientizar, hacen que los niveles de contaminación aumenten dada la priorización del combustible diésel en la capital.
No solo el Gobierno, también los ciudadanos, deben promover una conciencia y cultura que subsane las problemáticas. Apoyar e incentivar las campañas que la Alcaldía promulga es nuestra responsabilidad, y generar cambios e idear nuevos proyectos también son conceptos que debemos asumir.
El Gobierno se queda solo mirando y reduciendo presupuestos sin razones contundentes; pero, ¿es esa una razón por la cual no podamos tener un desarrollo sostenible como sociedad? Mientras más hablemos y menos actuemos, Colombia seguirá siendo el país que se está acostumbrado a vivir en medio de politiquería y, como si fuera poco, con el aire contaminado.