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Una psicóloga que siguió su sueño de ser caricaturista

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María Valentina Chica Guaca, Comunicación Social y Periodismo

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Emma Sánchez cuenta con más de 12.800 seguidores en la cuenta de su alter ego, ‘La otra Emma’. Ahí plantea lo que llama lógicas ilógicas en las relaciones y el amor. 

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Una psicóloga que siguió su sueño de ser caricaturista
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​Foto: María Chica

Una mujer delgada, de tez blanca, risos alborotados, grandes ojos y una gran sonrisa, me contesta al otro lado de la pantalla. Viste ropa fresca y juvenil por el clima caleño en el que se encuentra. Resalta en su atuendo una blusa ligeramente floreada y su largo y rizado pelo toma protagonismo en la primera impresión.

La ilustradora y psicóloga clínica Emma Sánchez, quien actualmente cuenta con más de 12.800 seguidores en la cuenta de su alter ego ‘La otra Emma’, ha obtenido un reconocimiento inesperado en un corto tiempo. Al ver su rostro se ve una mujer alegre y decidida, a sus 36 años no teme emprender nuevos proyectos, por esto no pude evitar preguntarle cómo una psicóloga clínica terminó ilustrando para las redes, sin tener ningún conocimiento artístico.

Sánchez sonríe por unos segundos y con cierto tono de felicidad y humor expresa cómo durante años se contuvo de seguir su lado artístico, por la misma presión social de hacer algo útil y tener una carrera base, que pudiera generarle ingresos. Años después, en medio de una crisis profesional, se arriesgó a hacer un pequeño dibujo y subirlo a su Facebook.

  • Una amiga me pidió que subiera más y además que le diera voz. En un principio no quería implementar texto a mis dibujos, pero luego pensé que tenía mucho por decir, quería mostrar la otra Emma que muchos no conocen, así que poco a poco me comprometí y como en todas las artes, la práctica hace al maestro.

¿De dónde sale la inspiración para la otra Emma?, ¿qué tanto se parece la otra Emma a Emma Sánchez?

  • En verdad, bastante, respondió mientras reía, y en un tono simpático agregó: “la otra Emma es un conjunto entre charlas con mis amigas, experiencias propias e historias de mis pacientes”.

La otra Emma nació en un momento en el que esta se encontraba superando una ruptura amorosa, “la otra Emma ha crecido conmigo”. Juntas han tratado lo que Sánchez nombra como esquizológicas del amor, que son todas aquellas lógicas ilógicas que hay en torno a las relaciones y el amor.


Pensando en ello, ha iniciado un nuevo proyecto sobre arteterapia, específicamente mediante el dibujo. Con gran emoción cuenta cómo este proyecto se desarrolla en Cali:

  • Arrancamos un espacio terapéutico de dibujo, que va a ser un escenario grupal de preguntas transformadoras que podemos hacer en una terapia, pero en donde las personas pueden liberarse un poco a construir metáforas visuales de sus procesos emocionales.

Sánchez ejemplificaba esto preguntando cómo dibujaría otra persona su relación más tormentosa, qué colores expresarían sus emociones. Con mucha seguridad expresó: “creo que es bastante potente el uso del arte en estos procesos de cambio de comprensión y de conexión con nosotros mismos”.

¿Cuál es el mensaje que le gustaría dejar con su trabajo?

  • Yo creo que el que me he dejado a mí, pues uno no puede mandar mensajes alejados de su propio proceso, me parece que, si no es así, no tiene peso y se cae, pero realmente el de confiar en uno, hay cantidad de potencialidad y a veces tenemos mucho brillo, muchas ideas de cómo debe ser la sociedad, cómo debe funcionar, de qué trabajos debemos tomar, de cómo debe ser la vida y esto nos limita muchísimo (…) Todas estas narrativas nos limitan y nos coartan. Se ve gente tan asombrosa que ha llegado muy lejos y hay una cantidad de jóvenes y de personas diciendo ‘yo no puedo’.

A Emma esto le parece lamentable, entre risas expresa que esto hace que se le revuelva el estómago, desea mandar mensajes de autoconfianza y de creer en sí mismo, encontrar la manera de darle un lugar en la vida a todo lo que la persona es y lo que vale, pues este ha sido el mismo proceso que ella ha llevado.

Cuenta con un tono cómico y muy natural que cuando estaba empezando con sus ilustraciones le daba vergüenza que sus pacientes vieran su otro lado más natural como caricaturista, puesto que reta el paradigma profesional de mantener un estándar de normalidad. Sin embargo, hace la invitación de dejarnos fluir y dejarnos ser en todas nuestras metas y propósitos de vida, así parezcan superdispares, podemos trabajar en cualquier talento que tengamos y así no perder la chispa.

Sánchez agregó que al tener tantos seguidores sintió el deber de empezar a apoyar proyectos sociales en nuestro país, o artísticos y hablar de la ecología. Por esto comenzó a mezclar fotografías de Colombia y la caricatura, para dar un mensaje más educativo y de conservación.

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