Foto de: Sebastián Castro
Los 7.569.693 de votos obtenidos por el candidato presidencial Iván Duque no le bastaron para ser ganador en la primera vuelta, por lo que este 17 de junio, en una segunda jornada electoral, su contendiente será Gustavo Petro, quien fue acreedor de 4.851.254 votos a nivel nacional.
Duque tomó ventaja sobre Petro en un poco menos de 3 millones de votos, con un 39% de los sufragios totales, mostrando así gran apoyo hacia la fórmula presidencial del Centro Democrático. Sin embargo, Duque no podrá recorrer el camino restante hacia el Palacio de Nariño en solitario, por lo que las alianzas políticas con otros partidos serán necesarias para sumar votos.
El Partido Liberal, el partido Conservador, Mira, Cambio Radical, el partido de la U, e incluso el SOMOS, de la ex candidata Vivianne Morales; se han sumado a la campaña. “Lo más importante para lograr el objetivo es que ellos (los partidos) estén completamente seguros de que el programa de gobierno de Duque es lo que necesita este país para los próximos 4 años”, dice María Fernanda Góngora, dirigente de un grupo de jóvenes del partido de Duque.
El apoyo que más ha recibido críticas ha sido el del partido Liberal, al cual se encuentra adherido el excandidato Humberto de La Calle, quien no sobrevivió a la primera vuelta por obtener apenas 399.180 votos. Muchos tildan la decisión como una forma de vender a los liberales, otros simplemente lo ven como estrategia. “No pueden perder lo poco que tienen. La política es de logística, de propaganda y de plata, y así lo están tratando de salvar, traicionando sus ideales”, dice Nicolás Jaimes, joven militante del Partido Liberal.
Los candidatos deben buscar más visibilidad para que los votantes que aún no han decido, vean en Duque la mejor opción. A pesar de esto, declaraciones dadas por Sergio Fajardo, han dejado campo por trabajar, no solo por la decisión del voto en blanco, sino por el soporte a Petro por una parte la coalición. “Sería sorprendente y de quitarse el sombrero que Petro logre remontar. Eso le ayudaría tanto como a nosotros, pero no al punto para ganar una presidencia”, agrega Góngora.
Y es precisamente en aquellos grupos en los que Duque debe poner la mirada y lograr su persuasión. Ya es claro que cuenta con el respaldo de ganaderos, latifundistas, empresarios y de la iglesia. Álvaro Moreno, politólogo de la Universidad del Rosario, hace énfasis en las inclinaciones de estos grupos. “Los primeros están interesados en las políticas económicas y en evitar la reforma agraria. El último grupo, por el contrario, se identifica con temas como el aborto, la legalización de la marihuana y los valores de la familia”.
Asimismo, Moreno recalca la importancia del poder de convencimiento sobre aquellos que no pertenecen a dichos grupos, como lo son los votantes de centro. “En el escenario de la primera vuelta la gente votó por el candidato de su preferencia. En ésta, puede ser de mayor peso el antiuribismo o el antipetrismo”. Todo dependerá de la fuerza que adquieran los candidatos y los votos en blanco que logren trasladar a su favor.
Una cosa es clara, y es que no se puede generalizar el soporte de estas agrupaciones. El sociólogo Diego Pinto afirma que Petro ha tenido adhesiones relevantes, como las del Polo Democrático, Farc y Partido Verde, pero hay otros grupos que parecen apoyar a Duque y han decidido ir con la Colombia Humana. Aunque “el discurso de la familia cala mucho en una sociedad conservadora, sin fuerte formación en cultura política, varios grupos cristianos han mostrado su apoyo al candidato”, expresó el analista.
Tanto Petro como Duque deberán también obtener más popularidad en las regiones. Aunque el candidato de derecha ganó en 23 de los 32 departamentos, incluyendo Antioquia, Bolívar, Cundinamarca, Cesar y Boyacá, en esta segunda vuelta deberá triunfar en algunos en los que no obtuvo tanta votación, como lo fueron Córdoba, Atlántico y Cauca.
Samantha Castellanos
Estudiante de Comunicación Social y Periodismo
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