La falta de información y de confianza entre médicos hace que el acceso a los métodos no hormonales parezca un imposible para las mujeres colombianas.
“Muchas veces, cuando uno va al ginecólogo la solución para todo problema son las pastillas”, asegura Sofía Navas, una joven bogotana a quien su médico le recetó anticonceptivos desde los 16 años para controlar un brote de acné sin más exámenes que una consulta inicial.
“En un inicio me sentí extraña pero me decían que era mientras me adaptaba, luego de 4 meses confirmé que ese sentimiento era permanente y comprendí que algo no estaba bien en mi cuerpo”, asegura Sofía. Había subido de peso, sus cambios de ánimo eran más frecuentes y su flujo menstrual era más pesado. Así como Sofía, son muchas las mujeres que utilizan métodos hormonales. Según un estudio realizado en 2018 por Espitia en 12 ciudades de Colombia, el 89,83% de las mujeres utilizan métodos anticonceptivos, con predominio de la anticoncepción hormonal con un 58,99%.
Este consumo se realiza en un 62,7% en mujeres adolescentes colombianas de 15 a 24 años de acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) del 2015. El Ministerio de Salud considera los métodos pomeroy (esterilización) como una forma de planificación y prevención, por este motivo, el 6,1% de las mujeres menores de 24 años usan la esterilización como método. Sin embargo, la experta en planificación natural Viviana Venegas afirma que “la esterilización no es más que una mutilación al propio cuerpo. Es una mentalidad facilista que hace que el ser humano se desentienda de todo lo que conlleva una relación sexual íntima. La fertilidad y el cuerpo deben ser tratados con la atención que merecen. Toda esterilización es un daño para la persona, hay mejores opciones”.
Para no volver a usar las píldoras, Sofía decidió buscar otra alternativa. Consultó a una especialista en el método natural sintotérmico, una forma de anticoncepción que permite tener un autoconocimiento y control del cuerpo sin perjudicar la salud. Por eso “el uso de métodos anticonceptivos debe ser personalizado”, afirma el ginecólogo colombiano Jorge Cuenca. Pues antes de ser recetados se debe realizar una valoración clínica y paraclínica en cada mujer y así, tener en cuenta sus antecedentes médicos..
A diferencia de Sofía, son muy pocas las mujeres colombianas que tienen acceso a información médica sobre métodos anticonceptivos con una visión holística y que les permita la inclusión a la planificación natural.
La reinante desinformación hace que las personas ignoren qué son los métodos naturales y se quedan con el prejuicio de que éstos no son efectivos. La experta en métodos naturales de Natural Planner Family, Elizabeth Rossenthal, describe estos métodos como aquellos que no utilizan químicos, hormonas, ni invaden el cuerpo para identificar los días fértiles e infértiles de la mujer. Por el contrario, recurren al entrenamiento de la observación y el seguimiento del ciclo menstrual para evitar un embarazo o tenerlo.
El problema no está en el acceso a métodos de planificación, pues en los últimos 15 años se ha aumentado el acceso a la planificación de un 66,9% a 81% entre las mujeres colombianas; el reto está en que solo se prescribe e informa sobre métodos hormonales e invasivos, que son los que tienen mayores repercusiones y riesgos para la salud de la mujer, afirma Aliyyaa Spring-Charles, presidenta del Consejo General y del Registro de Naturópatas de Reino Unido.
Un estudio realizado en el 2019 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 36 países, reveló que 2/3 de las mujeres sexualmente activas dejaron de utilizar métodos anticonceptivos por sus efectos secundarios. Estos se generan, en su mayoría, por la combinación de etinilestradiol y progestina. Así lo asegura la BBC, en un artículo publicado en el 2018. Además, según un estudio realizado en el 2016 por la revista médica estadounidense JAMA Psychiatry, especializada en temas de psiquiatría y salud mental; las mujeres entre los 15 y 34 años que consumen este tipo píldoras tienen entre un 23% y un 34% más de riesgo de padecer episodios depresivos. Entre las adolescentes, estos porcentajes se pueden llegar a duplicar.
De la siguiente lista, existen métodos calificados con un 91% de efectividad en un uso típico, un rango menor a los métodos naturales, cómo el método de la temperatura basal, el cual está clasificado de acuerdo con la página oficial de Natural Cycles avalada por la FDA con un 93% de efectividad con un uso típico y un 98% de efectividad en perfecto uso.
Al trabajar con el cuerpo y el autoconocimiento, los métodos naturales no suelen tener efectos secundarios, aseguran los médicos epidemiólogos Miguel A. Martínez-González y Jokin de Irala, quienes también afirman que estos tienen la gran ventaja de no ser costosos. Adicionalmente, cuentan con el respaldo científico, pues se ha comprobado que el rango de efectividad de algunos de estos puede llegar al 99% y logran detectar, con gran precisión, la ventana de fertilidad de la mujer. Contrario a lo que creen muchos, de los 30 días del mes, la mujer es fértil tan solo 24 horas. Sin embargo, su ventana de fertilidad da un campo de 4-5 días. Los métodos naturales buscan empoderar a la mujer en el reconocimiento de estos signos para que pueda tomar decisiones adecuadas según su momento de vida. Según la American Society For Reproductive Medicine, a diferencia de las mujeres, los hombres son fértiles todos los días del mes. Sin embargo, la calidad y cantidad de los espermatozoides disminuye luego de los 40 años, afectando su fertilidad.
El modelo Creighton (CrM), un método natural de planificación familiar, se basa en la observación del moco cervical, teniendo como propósito involucrar tanto al hombre como a la mujer. Además, de acuerdo con Viviana Venega, los registros de los fluidos les permiten a los doctores diagnosticar enfermedades y tratarlas a tiempo; gracias a la estandarización y el respaldo de la Natural Procreation Technology (NaProTecnología) una ciencia al servicio de la salud ginecológica y reproductiva de la mujer.
Para Rossenthal, desde la primera menstruación las mujeres deberían pensar primero en su salud personal, lo que incluye la buena educación sexual y reproductiva pues esta "termina siendo crucial para que ellas reciban información y conozcan sobre sus propios fluidos, poder catalogarlo, prevenir infecciones y detectar enfermedades como el cáncer de cuello uterino”.
En algunas ocasiones, los métodos anticonceptivos hormonales y químicos son recetados para tratar distintas enfermedades y/o condiciones como el acné, flujo abundante, período irregular, síntomas premenstruales y menstruales fuertes, Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP), endometriosis, entre otros. Sin embargo, estos métodos ayudan al control de la sintomatología, pues estas enfermedades no tienen cura. De acuerdo con la Mayo Clinic, el médico puede recomendar píldoras anticonceptivas, para prevenir la recurrencia de los quistes ováricos y de tejido endometrial. No obstante, estos fármacos no reducen el tamaño de los quistes existentes ni el crecimiento de los tejidos endometriales.
Abril Reyes es una de las tantas mujeres que tiene SOP, una enfermedad que causa desbalances hormonales y que se presenta en 1 de cada 12 mujeres en el mundo y que es tratada con píldoras anticonceptivas. Ella afirma que estas pueden calmar los síntomas pero al momento de suspenderlas, se puede llegar a tener una acción rebote. “Me generó ansiedad y depresión, sin embargo, cuando empecé a tratar mi condición de una manera natural, reduciendo la ingesta de azúcares y haciendo ejercicio, los síntomas desaparecieron”, afirmó.
Buscar métodos que respeten el cuerpo, empoderen a la mujer y que involucren al hombre es parte fundamental de la planificación natural, pues que la reproducción quede a cargo de una de las partes es una carga injusta. En Colombia, solo el condón y la vasectomía se promueven como métodos para cuidar la reproducción sexual masculina, lo que genera que la responsabilidad recaiga en las mujeres, explica el médico Jorge Cuenca.
Según el Ministerio de Salud y Profamilia, en el 2015 solo el 3,6 % de los hombres consultados en la ENDS se habían practicado la vasectomía. Rafael Talero, un joven de Yopal de 24 años, está a punto de ser un número más en esa cifra. “Me haría muy feliz que mi visión ayudara a los hombres a tomar este tipo de decisiones, con el enfoque de la responsabilidad y no de la vagabundería, y así evitar que las mujeres sufran por los efectos de los métodos anticonceptivos” cree Rafael. Durante 5 años, estuvo investigando sobre las posibles formas de cuidado sexual. Sin embargo, descubrió que estas opciones son muy reducidas en Colombia.
En el país las Entidades Promotoras de Salud (EPS) se enfocan en ofrecer formas de anticoncepción tradicionales, es por eso que los métodos naturales no son tan conocidos, asegura Viviana Venegas. Pero las compañías farmacéuticas no se quedan atrás frente a esta situación, pues estas gastan millones de dólares en publicidad.
La responsabilidad de este proceso no solo debe ser de la mujer, ni del hombre, también debe incluir a las entidades de salud, farmacéuticas y sobre todo educativas. Jorge Cuenca asegura que ningún método es mejor que otro y por esto es relevante que el paciente siempre esté informado y que su tratamiento sea individualizado para así encontrar un balance en el cuidado de la salud sexual que cada persona decidió.
De acuerdo con Viviana, este tema debería tratarse desde la raíz, desde la educación sexual abordada desde la totalidad del ser y el respeto al cuerpo. Por eso, el mejor método es el que “empodera a la mujer al tener el control de su propio cuerpo, saber lo que le está pasando cada día, que le permita saber qué día es fértil o infértil... eso es lo que verdaderamente empodera a las mujeres, más que estar esclavas de una pastilla o un dispositivo que afecta todo su cuerpo”.
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